La cerámica artística como crítica social siempre ha existido, pero ahora la confrontación en la cerámica es más evidente que nunca, gracias a generaciones de ceramistas que siempre buscaron su propia expresión artística libre de condicionantes y entregada a lo que después sería la vanguardia del arte y la cerámica.
Cristina Riveroll lleva más de 25 años trabajando en el campo de la cerámica. La paciencia y el detallismo de cada pieza permiten un acabado delgado como si fuera una hoja de papel.
El movimiento natural da vida a cada pieza y algunas se parecen a coral de mar. El color único es debido al barro que esta horneado a alta temperatura 1280 ˚C. Las piezas están ideales para una decoración del estilo de playa.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario